La Misión de San Juan Bautista, llamada “la hermana mayor de las misiones”, es una capilla de arquitectura colonial y llena de un sin fin de simbolismos. Durante su planeación, el P. Menéndez identifico los limites del barrio buscando el centro y así construir la misión.

 

     Después de hablar con Daisy Pérez, ella comentó que su esposo, Ricardo, había puesto el depósito para un terreno y que no se iba a utilizar. Cuando El P. Jose Luis fue a ver el terreno, se dió cuenta de que estaba en el lugar perfecto “entre lo que parecía ser una casa de juegos y un prostíbulo”.

 

       Los Miembros de esta comunidad, de fuerte presencia puertorriqueña,  sabiendo cuál era el lugar donde se construiría la misión, limpiaron el lugar y colocaron una cruz y una virgen. Al mismo tiempo, ellos se reunían todos los sábados para rezar el rosario y hacer varias actividades para reunir fondos para la nueva misión.

 

       Mientras este proceso de construcción se daba, el padre Pedro Corces daba misas en el auditorio de la escuela elemental Buena Vista, colocando un altar portátil y “poco a poco se fueron creando los ministerios para el culto, así como una comunidad que representaba a la gente del area” remarca el padre Corces.

 

     Sin embargo, no todo fue color de rosas para la primera misión de Corpus Christi. En el año 1990 estalló una revuelta en Wynwood en el que hubo mucha violencia, saqueos e incendios debido al veredicto de no culpabilidad de seis policías acusados de matar al narcotraficante Leonardo Mercado.

 

        La revuelta, que se extendía desde la calle 36 hasta la 29 del Noroeste por toda la segunda avenida, dejó muchas casas quemadas y saqueadas. La zapatería de Reina fue saqueada y la estatua de San Juan Bautista robada. El Padre Jose Luis recuerda que después de esa noche fatídica, que desde los escombros de la zapatería surgió la Misión de San Juan Bautista.

 

        La comunidad cuenta que a los tres días de los disturbios, en la tienda de zapatos de Reina, se pusieron alfombras y sillas para la misa y ellos cuentan de que incluso les tocó servir de monaguillos. Vinieron cerca de 150 personas y muchos se sentaron en el suelo. El padre Pedro Corces dijo acerca de ese día que eso fue como una semi Vigilia Pascual en la que se celebraba “la resurrección de la comunidad de sus cenizas”.

         

     La primera piedra colocada en la Misión de San Juan Bautista fue bendecida y colocada por el monseñor Agustín Román, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Miami, el día 13 de Enero de 1991. Posteriormente el 15 de Junio de 1996 el Arzobispo John Clement Favalora  dedicó la Misión de San Juan Bautista y desde ese momento la mayoría de feligreses veían esta misión como el inicio del renacimiento en Wynwood.

 

          Ahora, San Juan Bautista está ubicada en Wynwood, el nuevo foco de entretenimiento para los residentes y turistas de la ciudad de Miami. El lugar esta rodeado de edificios renovados y murales multicolores, además de un sin de números de galerías, restaurantes y tiendas.